Hacia finales de los años setenta, el punk se había convertido en todo aquello que en un principio sus seguidores odiaban y querían derrocar. Para las disqueras el punk era algo tan fresco para vender, que el punk terminó siendo una parodia de sí mismo. Fue gracias a esto que llegó un punto donde las bandas de punk tomaron dos caminos, el del punk original que después mutaría a los movimientos Oil y Hardcore y los que evolucionaron a una estética algo extraña y totalmente contraria al punk original, el new wave.
El new wave tuvo su auge después de que bandas como Cabaret Voltaire, Gang of four, Blondie, Talking Heads, entre otras aparecieran. El punk pretendía que la música fuese accesible en todo momento, el punk era el sonido de la mugre y la furia de las calles. Sin embargo, en vías de los ochentas, un grupo de bandas, en su mayoría lideradas por estudiantes egresados de academias e institutos de arte. Influenciados por David Bowie, Iggy Pop, New York Dolls y los extravagantes de Roxy Music, crearon un estilo de música mucho más fina y compleja que se denominaría más tarde como la música de noche y día, nació el llamado New Wave.
Uno de esos íconos del new wave y su estética fue Billy Idol, quien fue representante de la voz que evoluciono del punk a este movimiento que encabezó un discurso de vivir la vida de una forma sencilla, de cuestionamiento y disidencia, que al final, no parecía tan alejada al punk original. Con más de diez álbumes, de los cuales destacan Dont´s Stop, Rebel Yell, Vital Idol, Ciberpunk, entre otros. El músico británico fue haciendo brecha tanto en Inglaterra como en Nueva York, donde inevitablemente, llamó la atención de jóvenes músicos que venían detrás de él con formas sonoras que intentaban ser nuevas y originales, como lo fue el joven Trent Reznor, tal vez justo como David Bowie, influyó en Iggy Pop, es muy posible que Billy Idol, haya impactado de esta forma en el joven que más tarde se convertiría en el arquetipo de la música decadente y con estilo como lo es NIN. Letras duras, ríspidas y nocivas que alcanzaron las formas más radicales de expresión de toda una generación que se identificaba con el dolor y muchas veces, la perdida de la esperanza. Tal vez, los discursos no están tan alejados entre el punk frontal de principios de los setentas, el new wave de Idol, y la propuesta sonora/lírica de NIN.
¿De dónde saco todas estas conjeturas? Un vídeo ronda por la internet, es el mismo Trent Reznor, con un peculiar peinado, una camisa a cuadros horriblemente cortada de las mangas, y con la mirada firme al público, entonando “Eyes without a face”, de Billy Idol. Toda la historia musical, tiene sus paradigmas, sus contracorrientes y los símbolos que prolongan la idea de un sonido, ideología o postura, NIN, puede ser la cola de un movimiento que pretendía derrocar el sistema, y que como logros finales, obtuvo la música de Trent Reznor, la pérdida de la esperanza, siempre será un alivio, o en otras palabras: I hurt myself today To see if I still feel.
