La cara artística de México68

La mañana del 12 de octubre de 1968, el estadio de Ciudad Universitaria en México, era testigo de un hecho histórico para la historia mundial: la atleta Enriqueta Basilio se convertía en la primera mujer en trasportar la antorcha olímpica a su recorrido final. Las Olimpiadas de México68 se convirtieron en un hito para el momento, pero la historia se encargó de borrar su legado tras las protestas estudiantiles en México, y en el mundo la opinión pública se encargo de olvidar las olimpiadas tercermundistas, que el mismo comité olimpico decidió no reconocer a pesar de su legado.

Una de los legados más importantes fue el aspecto artístico de la olimpiada. Si bien los juegos olimpicos se caracterizan por sus fastuosos espectáculos de inauguración y clausura, en México se decidió crear también, la olimpiada cultural. Antes de México68 ya se habían realizado muestras artísticas y culturales a la par de las olimpiadas e incluso se realizaron competencias artísticas en Londres48, sin embargo en México se le dio un peso de mayor magnitud al aspecto científico cultural. La olimpiada cultural había sido inaugurada desde el 19 de enero de 1968 en el Palacio de Bellas Artes.

Se realizaron ballets folcklóricos, un festival de cortometrajes, una exhibición de obras selectas mundiales, reuniones internacionales de poetas y escultores, exposiciones de artesanías y filatelia, una exposición de historia sobre los juegos olimpicos e incluso exhibiciones de biología, energía nuclear, investigación espacial y genética.

Una de los proyectos más impresionantes fue “La Ruta de la Amistad”, un recorrido escultórico colocado a lo largo de 17 kilómetros en Periférico. Este recorrido fue hasta 2010 (cuando se reubicaron las esculturas) el paseo escultórico más largo del mundo. Varios escultores mundiales fueron invitados a participar creando obras conceptuales que aun se pueden apreciar sobre Periférico. La de la mexicana Ángela Gurría, por ejemplo, representa el momento en que los paises africanos se unieron para condenar el estado de apartheid en Sudáfrica y se canceló la participación de este país durante México68.

La arquitectura también brindó un aspecto moderno a la Ciudad de México, principalmente con el Palacio de los Deportes, una enorme arena haceha por Félix Candela, cubierta de cobre y marcos de acero. Resulta curioso pensar que la estructura no se puede limpiar por el exterior debido a que deslumbra a los aviones del cercano Aeropuerto Internacional.

Estando de moda el Op Art en el mundo, un estilo de arte que buscaba la unión entre cinética, ilusiones ópticas y arte, fue también como el diseño jugó un papel importante tanto en el logotipo como a lo largo de las olimpiadas. El logotipo fue ideado por Pedro Ramírez Vázquez y Eduardo Terrazas, pero fue el diseñador Lace Wyman quien lo perfeccionó y quién también diseñó las viñetas de cada evento deportivo (Sus diseños fueron tan novedosos que se le contrató también para diseñar los íconos del Sistema de Transporte Colectivo) Más tarde la industria de la moda llevó el diseño a la ropa común entre los jóvenes y se volvió parte escencial del diseño industrial.

A lo largo de la ciudad se podían ver quioscos de información que incluian el diseño cinético del logotipo o las viñetas. Un museo se creó basado en el logotipo y la Villa Olímpica agregó un panorama funcionalista a la lejana zona de Tlalpan. Muchos recuerdan la clausura del evento cuando los asistentes se unieron a una gran fiesta en medio del estadio al lado de los atletas, y también como siguió la fiesta en una caravana de autos rumbo a la entonces cosmopolita Zona Rosa.

Al finalizar las olimpiadas culturales y las deportivas, el comité olimpico simplemente agradeció el hospedaje. Fueron las olimpiadas en donde se usó por primera vez el análisis de antidoping y donde de produjo el documental “Olimpiada en México” nominada al Oscar como mejor documental del año. El mítico saludo de las panteras negras y el descubrimiento arqueológico de cuicuilco tras la construcción de la Villa Olimpica, se dieron también en el marco de la Guerra Fría y el impresionante desempeño soviético. Juegos Olímpicos que se volvieron invisibles para la mayoría de mexicanos y repudiados por haber funcionado, desgraciadamente, como cortina de humo a la masacre del 2 de octubre.