Tras un año de su desaparición, y habiendo vivido al margen de la ley todo ese tiempo, los cuatro jinetes vuelven a la carga para intentar desenmascarar a una compañía que recopila datos personales para venderlo a empresas. Sin embargo, algo sale mal y terminan implicados con una trama que los pondrá cara a cara con su pasado.
Ocupando el lugar de Louis Leterrier en la dirección, tenemos a Jon Chu (Jem and the Holograms, Justin Bieber’s Believe), entregando su mejor película (que no es mucho decir). Los Ilusionistas 2 presenta una historia conocida y la envuelve en una trama de magia vs ciencia que, si bien está manipulada y puede resultar bastante predecible, se permite sorprender al espectador en momentos puntuales con algunos trucos ingeniosos que guarda bajo la manga.
El elenco se sabe carismático, y explotan sus dinámicas grupales de una manera descarada pero efectiva. Tenemos viejos conocidos como Woody Harrelson, Mark Ruffalo, Jesse Eisenberg, Dave Franco y Morgan Freeman; y se incluyen con mucha gracia Daniel Radcliffe y Lizzy Caplan (esta última supliendo a Isla Fisher, que no pudo ser parte de la secuela por su embarazo).
Probablemente una cinta que trata de basarse en las ilusiones y en engañar al ojo con cosas que están ahí a simple vista sería mucho más efectiva si no abusara tanto del CGI o creara estas percepciones con efectos prácticos. Sin embargo, una vez que hemos entrado al juego propuesto por Chu, deja de ser un factor de peso y nos regala un par de momentos de verdadera magia.
Tristemente, el tercer acto de Los Ilusionistas 2 se dedica a repetir paso por paso el clímax de su entrega anterior, volviendo el desenlace totalmente predecible y poniendo pistas importantes en lugares demasiado evidentes, que en manos más capaces (recordemos The Prestige) pudieran resultar impactantes, pero aquí son meramente anecdóticas.
Brian Tyler, experto en partituras de cine palomero, repite como compositor de la banda sonora. Sin embargo, su reciclaje de material anterior resulta muy evidente, y aunque el tema principal resulta curiosamente memorable, se llega a sentir un abuso de sus notas.
Para aquel que busque pasar dos horas entretenidas en el cine con personajes carismáticos haciendo lo que mejor saben, Los Ilusionistas 2 es una buena opción. Sin embargo, el que quiera algo más complejo y lleno de giros impredecibles podría sentirse frustrado por lo evidente de la trama. Estamos ante un truco que ya hemos visto, que perdió su capacidad de sorprender con su remate, pero que está lo suficientemente bien ejecutado como para mantener nuestra atención.
